Con una bella y emocionante liturgia donde hemos podido venerar la reliquia de nuestro Padre Fundador, concluimos el Encuentro de Hermanas Jovenes en Roma. Adelante hermanas! Desperten al mundo con esta fuerza y alegria como verdaderas discipùlas enamoradas de Jesucristo, derramando la Merced de Dios en vuestra comunidad y misión.