Reunidas en la Capilla de la comunidad de Chaclacayo, iniciamos invocando al Espiritu Santo. La llama del Espiritu fue intronizada por nuestra Superiora general Sor Aurora Calvo Ruiz, y superioras Provinciales. Esta misma llama representa la llama de nuestro carisma de caridad Redentora que todas somos responsables por mantener viva en la Iglesia, con la fuerza y dinamismo en nuestra misión. Recordamos a audacia y entrega de las primeras hermanas y nos disponemos a asumir con creatividad los desafios actuales de una Iglesia en salida, como nos pide el Papa Francisco.
Luego a seguir pasamos a la sala donde Sor Aurora Calvo Ruiz se dirige a la Asamblea, invitando a una reflexión seria y audaciosa sobre nuestra misión, dando enfase a las exigencias de nuestro XXI Capitulo general..." Descálzate desde la zarza ardiendo para seguir siendo Merced de Dios" saliendo a las periferias existenciales, desde un proceso de transformacion de mente, corazón y voluntad. Con dinamicidad y audacia busquemos ser Merced de Dios, en el camino de nuestro fundador que nos pide: mistica, profecia y esperanza.