Durante los días 15 y 16 en su visita a Perú, nuestra Superiora General se encuentra con las hermanas mayores de la comunidad de Chaclacayo, compartiendo con ellas sus experiencias, inquietudes y toda una vida consagrada para el bien de la humanidad en Dios, por Dios y para Dios.
"Tratemos con cariño y respeto a las hermanas mayores, procurando enriquecernos con su experiencia. Y ellas procuren ser siempre testimonio de paz, amor y fidelidad. Las hermanas enfermas, y las ancianas, con su vida, oración, sacrificio y entrega, enriquecen la vida comunitaria y cooperan eficazmente a la edificación del Reino" (Const. nº 40).