El sábado 26 de septiembre celebramos el día de la Merced, como años anteriores. Participamos en la Eucaristía, en la que estuvieron presentes un nutrido grupo de internas y de funcionarias de la prisión.
De Mejillones participó el grupo de Laicas y algunas personas de la comunidad Parroquial. Celebró la Eucaristìa el Capellan de las cárceles acompañado de dos sacerdotes. Todo fue muy entrañable y sencillo. Me alegró que al preguntarles quién era la Virgen de la Merced, varias contestaron: "NUESTRA LIBERADORA", la que lleva las cadenas... Para mi fue suficiente, hace unos años ni sabían ni la conocían, hoy saben algo. Les llevamos la estampa con la invocación a Nuestra sin Igual Madre y Protectora, que juntas rezamos al finalizar. El compromiso que hicimos, es que cada día la rezaran e invocaran. En el ofertorio, la interna que llevaba las cadenas estaba muy emocionada, y al soltarlas sobre el altar, se hizo un gran silencio seguido de una enorme ovación.