EL OBISPO LAVA LOS PIES DE LOS PRESOS EN EL DÍA DEL AMOR FRATERNO
Dice el refranero popular que "hay tres jueves en el año que relucen más que el sol". Y a pesar de la lluvia, la luz de la Eucaristía ha relucido, esta mañana, en la prisión provincial.
En el día del amor fraterno, el Obispo, Don Amadeo ha acudido a su cita con las personas privadas de libertad para compartir con ellos la Cena del Señor, en este Jueves Santo.
Una Eucaristía preparada con esmero y con mimo por el Delegado de la Pastoral Penitenciaria, con la colaboración de los capellanes y de los voluntarios, juntamente con nuestras hermanas mercedarias de la caridad que colaboran en esta pastoral.
A su llegada, el Prelado ha saludado a los internos que lo esperaban en la Capilla de la Prisión. Algunos de ellos, llegados después de Navidad, no conocían personalmente a Don Amadeo, y éste se han presentado a todos ellos. Después de revestirse ha dado comienzo la celebración eucarística. Las lecturas han estado participadas por los propios internos.
Lavatorio de los pies
Al finalizar la homilía, el Obispo se ha desprendido de la casulla, para ceñirse una toalla, arrodillarse y lavar los pies a los internos. Tres han sido los presos, que en representación del resto, han participado en esta rememoración del lavatorio de los pies de Jesús a los apóstoles, en la Última Cena. Mientras, de forma amorosa, vertía el agua sobre los pies desnudos de los internos, el Obispo se ha interesado por su nombre, el lugar de procedencia y cómo se encontraban. Un gesto de servicio y entrega, al pueblo que pastorea como Obispo, y que esta tarde repetirá en los Santos Oficios en la Catedral.
El momento del Padrenuestro ha sido especialmente emotivo. Con la luz apagada, los internos, lo voluntarios, el Obispo y los sacerdotes concelebrantes, han entrelazado los brazos para rezar la oración que el mismo Cristo nos enseñó. El recogimiento se ha hecho presente, también, durante la Comunión.
Antes de concluir la celebración, Don Amadeo ha pedido a los presentes que vivan estos días con intensidad, ya que en este Triduo Pascual se celebran los misterios más importantes de la vida de los cristianos. A la vez, que ha recordado la Exhortación apostólica "Gaudete et Exultate" del Papa Francisco, y esos santos de la puerta de al lado a los que el Santo Padre hace referencia. Don Amadeo los ha retado para que santifiquen su vida dentro de la prisión. Ya que, en ese retiro obligado, pueden encontrar en la ayuda, en el compañerismo, en la escucha... una manera de alcanzar esa plenitud. (Enviado por la hermana Carmen Fernandez,mc)