Desde los días 24 al 31 de julio, nuestro grupo de Junioras de América (excepto las Hnas. Carlota y Argentina): Fernanda, Modesta, Patricia, Jessica, Carine y Elaine, acompañadas por la Hna. Lilian Cristina de Godoi, estuvimos presentes en la ciudad de Cuité en una experiencia en este período de nuestra formación en la práctica y el contacto con la realidad sufrida y de fe firme de este pueblo. A petición del P. Severino Firmino, quien nos acogió con fraterno amor, visitamos varias familias en contextos diversos en este pedazo olvidado del interior del Estado de Paraíba, tan castigado por la sequía y sus duras consecuencias.

 

Llevamos la Buena Nueva de Jesús, en esta realidad que nos ha hablado mucho del Reino que Dios prepara para cada uno de sus hijos e hijas. Vivimos una experiencia de tocar la vida de este pueblo, los cual desde el inicio se hicieron hermanos nuestros. El P. Severino, desarrolla una misión muy bonita, tuvimos la oportunidad de conocer el campo pastoral de la parroquia Nuestra Señora de las Mercedes, el proyecto con niños especiales, la colaboración de los parroquianos y amigos en la campaña de la "leche Nido" para el hospital del cáncer infantil, que atenúa el hambre de muchos niños. Conocimos el proyecto de los niños con microcefalia junto con Drª Adriana y Dr Ramiro que con el apoyo del Padre Severino  fundaron una ONG, también están con el grupo de la tercera edad y conocimos la guardería en Pocinhos en la aldea de la pobreza. ¡Y cuánta pobreza!!

 

Tal vez de todo lo que vivimos lo que más nos marcó fue la guardería que actualmente atiende a 60 niños de 2-5 años, inserta alrededor de un basural, donde la sequía y el hambre castigan duramente a nuestro pueblo. Muchos de estos niños se alimentan sólo en la guardería, El P.  Severino junto con algunos colaboradores se esfuerzan para que no le falte nada a los niños. Junto a la guardería está la capilla de nuestra Madre de la Merced, María una vez más nos muestra el vino que falta en esta realidad y apunta para su Hijo que hizo opción preferencial por los pobres y nos clama: "Haced lo que Él diga" ... y nosotros como Mercedarias de la Caridad, "no podemos dejar un solo ser desamparado afligido, sin educación..."  P. Zegri nos dejó un legado de vida, que debe interpelarnos y cuestionarnos a todas a salir de nosotros mismas con oración y acción.

 

El Papa Francisco insiste tanto con una "Iglesia en salida" que sepa "estar" con el pueblo, que sea pan partido en la vida del hermano. Ya decía nuestro querido Don Hélder Camara "Cada días miré lo más que pude los rostros de los pobres, gastados por el hambre, aplastados por la humillación y en ellos descubrí tu rostro, Cristo Resucitado "

 

Para nosotras, más que misión y formación, fue experiencia de vida que debe seguir generando vida! "¡Los pobres son nuestros maestros y señores!" ¡Aprendimos mucho! Mucho más de lo que enseñamos.