EL OLIVO DE NOLASCO PLANTADO EN REPÚBLICA DOMINICANA

Encuentro de Confraternización Mercedaria en República Dominicana

En el marco de los actos jubilares con motivo de la celebración de los 800 años de Merced, el 30 de Abril en República Dominicana tuvimos el Encuentro de Confraternización Mercedaria realizado en el Colegio “Sagrado Corazón” de las Mercedarias de la Caridad en Santiago de los Caballeros. Mercedarios, Mercedarios Descalzos, Religiosos de la Fraternidad Mercedaria, Religiosas de la Orden y Mercedarias de la Caridad nos dimos cita para estrechar lazos como Familia y festejar con júbilo el Centenario.

Después de poner nuestras vidas en las manos de Dios con la oración y reflexionar sobre el relato del olivo de Nolasco, fuimos presentándonos cada una de las comunidades. La variedad de estilos, nacionalidades y colores nos enriquecieron y ayudaron para saber mejor “de dónde venimos y a dónde vamos”.

Aprovechamos también el encuentro para presentar grosso modo los distintos actos que en este año jubilar realizaremos en República Dominicana: Peregrinación al Santo Cerro, Congreso Jubilar Mercedario y Eucaristía de Clausura del Año Jubilar. Hubo oportunidad para aportar sugerencias, ideas y propuestas que enriquecieran cada una de esas actividades. También pudimos conformar y fortalecer cada una de las comisiones que coordinarán los diferentes eventos.

Y como los estómagos de los asistentes empezaban a hacer un ruido sospechoso, decidimos disponernos a compartir mesa y mantel, no sin antes hacernos la rigurosa foto oficial del Encuentro que en pocos segundos estaría regada por WhatsApp, Facebook o Instagram.

Cuando los platos estaban ya vacíos, los Formandos Mercedarios invitaron a tomar el micrófono a cada una de las comunidades y realizar una pequeña dramatización, canto o chiste para así ganarse un obsequio que los mismos jóvenes habían preparado.

El acto culminó con unas palabras agradecidas y emocionantes de Sor Magdalena, Mercedaria de la Caridad, que cuenta con 96 años de edad, y que por lo tanto era la más cercana a los orígenes de la Orden.

Gracias a todos los que hicieron posible este encuentro, especialmente a las Mercedarias de la Caridad que nos acogieron en su casa.

Que el olivo de Nolasco plantado en República Dominicana siga dando muchas aceitunas…, y aceitunos.