Desde Javier, jornada misionera, recibimos en nuestra casa de Zumárraga la cruz de Lampedusa que comienza su recorrido despues de la Eucaristia de mañana por los pueblos de Guipuzcoa.
CRUZ DE LAMPEDUSA. Su colorido azul y amarillo, es símbolo del dolor y la esperanza de la humanidad.
El Papa Francisco al bendecir la cruz dijo: “No podemos seguir viviendo anestesiados ante el dolor ajeno. Lleven a todas partes la cruz de Lampedusa como símbolo, para acercar y no olvidar el drama y la realidad de los inmigrantes…”
Esta cruz representa la lucha por un mundo sin fronteras, donde ningún ser humano sea ilegal. No podemos permanecer indiferentes ante esta realidad. Tenemos que “Acoger”, “Proteger”, “Integrar”, “Promover”, porque “La indiferencia nos hace cómplices.
Los que llamamos refugiados, los que decimos emigrantes, los que vienen en pateras, los que recorren los desiertos, los que esperan saltar la valla, cruzar el mar, o subir a un tren en busca de un destino incierto... no son números, tienen caras, tienen nombre, tenían una vida normal, una profesión, eran estudiantes, amas de casa, médicos, fisioterapeutas, profesores... y han tenido que irse de su país porque las bombas destruyeron sus casas, sus universidades, sus lugares de trabajo, sus colegios, porque su vida corre peligro. Muchos han perdido a sus amigos, a su padre, un hermano, una madre... sepultados bajo los escombros.
Ellos, como tú, como yo, como nosotros, también tienen sus derechos y les arrebatamos hasta su dignidad.
Desde aquí y ante la cruz de Lampedusa, exigimos y recordamos a nuestros gobernantes algunos artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales… tiene derecho a la vida, la libertad y la seguridad…. a la libre circulación y a elegir libremente su residencia. Toda persona tiene derecho al asilo en cualquier país… tiene derecho a una nacionalidad y a cambiar de nacionalidad. Nadie será sometido a esclavitud ni a servidumbre; ni a penas, torturas ni tratos crueles o inhumanos y nadie podrá ser detenido, desterrado ni preso arbitrariamente….”
Que la presencia de la cruz entre nosotros, despierte nuestra dormida conciencia y nuestra solidaridad. Que la muerte de nuestros hermanos deje de teñir nuestro mar… porque ”La persona es lo primero”.