Recibimos la FELICITACION Navideña desde el PIM (Proyecto intercongregacional misionero) en Haiti, con el que hace un tiempo nuestra Congregación colaboró para la construcción de una casa para los dezplazados.
Es gratificante descubrir cómo podemos vivir en continua Navidad descubriendo a nuestro Dios que viene SIEMPRE en los gestos de solidaridad que vamos experimentando a lo largo de la vida. Y más todavía si es en favor de nuestras hermanas y hermanos más vulnerables y empobrecidos.
Que en cada una de nosotras y en toda la Congregación crezca la certeza de que Dios camina siempre con nosotras. Él es el Enmmanuel y no nos abandona nunca.