Como viene realizando años anteriores, la CONFER DIOCESANA DE ALBACETE, ayer 9 de abril ha tenido la Jornada de Formación, abierta a todos los laicos que han querido participar.
El tema muy sugerente y queriendo dar respuesta al Jubileo de la Misericordia, establecido en la Iglesia por el Papa Francisco:
LA MISERICORDIA ENTRAÑABLE DE NUESTRO DIOS EN JESUCRISTO Y EN CADA SER HUMANO.
Ha sido impartido por TRINI LEÓN MARTÍN, Mercedaria de la Caridad. Teóloga de la facultad de Granada.
Ha sido una exposición brillante, profunda y muy alcance de todos los asistentes; un grupo numeroso y muy variado.
Se han quedado encantados y más de una persona ha manifestado, todo emocionadas, que les ha “tocado” el corazón y hasta las entrañas…
Trini con su palabra transmitía, desde el rostro de Jesucristo, lo que el Padre-Dios ama al ser humano, tal y como es. Y como cada uno de nosotros debemos parecernos a Él.
“La persona misericordiosa tiene el corazón volcado a… ¡a todas las criaturas!, como Dios mismo lo tiene volcado al mundo en Jesucristo: “Tanto amo Dios al mundo que le dio a su Hijo único” (Jn 3,16).
La misericordia es una realidad que nos construye por dentro, nos modela, nos hace ser y actuar de una manera concreta: volcándonos de corazón a las personas necesitadas. La misericordia es un estilo de vida que implica el riesgo de aparecer ante una sociedad individualista y competidora como personas débiles, influenciables, sometidas… Y sin embargo, es todo lo contrario: se tiene que ser muy fuertes y muy libres para ser gente misericordiosa. Esto lo vemos perfectamente reflejado en la parábola del “Buen samaritano” (Lc 10, 25-37).
Es difícil explicar de dónde nace este sentimiento que nos lleva a adoptar actitudes de con-dolencia y de con-pasión con personas que apenas conocemos o que no conocemos de nada. De igual manera, una persona inmisericorde, que no es misericordiosa, que es incapaz de con-dolerse o de con-padecerse de la situación de sufrimiento o necesidad de otro ser humano, se considera que es un ser inhumano. La misericordia viene a ser como el termómetro de la madurez humana alcanzada a lo largo de nuestra vida…”
Se concluye la jornada, a la tarde, con la Eucaristía que fue presidida por Fernando Mariñas, religioso Pavoniano y concelebrada por: Manuel de Diego y Paco Gil.