El pasado miércoles 24 de enero tuvo lugar el tercer encuentro de formación carismática dirigido a miembros de los equipos directivos, y que tiene como objetivo central la reflexión en torno a nuestro Carisma y sus implicaciones, tanto en la gestión general, como en el ámbito pastoral y pedagógico de nuestros colegios.

Este año la misericordia ha sido el hilo conductor de la jornada. Partiendo del artículo 4 de las Constituciones de la Congregación, en el que se señala que su misión es la práctica de todas las obras de misericordia espirituales y corporales, Sor María Josefa nos ha ayudado a desentrañar el auténtico sentido del término. En primer lugar vinculándolo con su significado primigenio en los textos del Antiguo Testamento, invitándonos a amar al otro con entrañas de madre, con corazón que ve, escucha y acompaña con ojos que escrutan el dolor y la necesidad ajena. Y todo para consolar, restaurar, redimir y liberar. Después su significado etimológico, teniendo en cuenta que es una palabra de origen latino, de tal modo que la misericordia implica que nuestro corazón ha de inclinarse hacia el más pequeño, al más necesitado.

Y así la caridad, la escucha, la ternura, la sencillez, la benevolencia, la confianza, la sinceridad, la justicia,…se convierten en gestos que nos capacitan para vivir la misericordia, indicadores de conducta para que no intelectualicemos la misericordia, ni la vida, ni el evangelio. Porque al igual que Jesús entra en contacto con las personas, se compadece del leproso, lo toca y asume la marginalidad social por esta acción, así nosotros en nuestra vida diaria de relación, de profesión vivida como misión que expresa la vocación de todo ser humano a ser feliz, hemos de ser como Él, cercanos, próximos, abiertos.

En la medida en que seamos continuadores y discípulos del misericordioso, nuestra acción educativa se enmarcará en la misión de la Congregación. EQUIPO DE TITULARIDAD