Con el corazòn agradecido al Señor por la experiencia vivida en estos dìas en Roma, nuestras hermanas se despiden. La celebracion de ayer por la tarde, recogió todo lo vivido para ser entregue como incienso agradable al Señor, llevando en su interior deseos de seguir viviendo la misericordia en nuestras comunidades, especialmente con nuestras hermanas mayores y enfermas. Agradecemos a todas por su oración y comunión.